Y las cejas se confunden
y los ojos se multiplican
y el aire se satura y humedece
y transpiran las pieles
y se acaban las palabras
y se precarizan los sonidos
guturales, históricos,
y el calor funde los cuerpos
y se reconocen sin verse
ni escucharse ni pensarse
y dejamos de ser vos y yo
y somos nosotros
y por uno o dos segundos,
se funden los cuerpos,
se termina el tiempo,
y no hay palabras,
y no corre el viento,
y se abren los ojos,
y se ven los cuerpos,
y el aliento vuelve,
y se extingue el fuego,
y los amantes duermen.
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