domingo, 21 de febrero de 2010

Imágenes

I




Hoy compré un espejo

y lo llevé, cuidadosamente,

a un cuarto blanco que vengo

llenando, hace algún tiempo,

con cosas mías.

Entro al cuarto y me encuentro

rodeado.

Rodeado por mí mismo.

Me acerco a las fotos.

Me veo y no logro encontrarme.

Las tiro. Todas. Hasta que se destruyen

en el suelo.

Paredes.

Vidrio.

Los libros. Leo. Me busco en cada frase.

No puedo. No estoy.

Arranco hoja por hoja.

El cuarto se llena de papeles sin sentido.

Sigo ausente.

El turno de los discos. Escucho algunos

hasta que también los desintegro.

Me detengo un instante.

Observo el caos. Mi caos.

Quieto.

Contemplo.

Entonces se me ocurre buscar en el cuerpo.



Me saco los zapatos y las medias.

Los pantalones.

Me miro las piernas,

acaricio mis pelos.

No veo.

Me desabrocho la camisa,

miro mi pecho.

No veo.

Me quito los calzoncillos.

Desnudo con anteojos. Los aplasto contra el suelo.

Me corto la planta de los pies y miro las uñas.

Sangre.

Toco la sangre con las manos y las apoyo sobre la pared.

Mis huellas digitales.

Intento reconocerme en ellas.

No puedo. No soy mis huellas.

Me reconocen pero no las soy.

Doy otro paso.

Me arranco las uñas de los pies y de las manos.

Duele. No importa.

No llego.

Tiro de la piel y la desprendo. Toda.

Quedo al aire. Carne viva. Músculos.

¿Soy eso? No. Sigo.

Más músculos. Los arranco poco a poco. Los diseco. Los tiro.

Arterias,

                     venas,

                                                  nervios.

Arranco los nervios. El dolor ya no es.

Escarbo hacia dentro.

Los órganos laten salvajes.

Decido que ya no sirven. Los mato.

Llego a los huesos.



El cuerpo. Mi cuerpo destrozado yace en el cuarto.

Me siento en el suelo

rodeado del caos de mi cuerpo.

me percato; sigo estando.

No soy mi cuerpo.











II









Silencio.











III



Como dos espejos enfrentados

yo estoy todavía armado y entero,

con ello que no entiendo, no controlo.

Ello que está disperso por todo el cuarto.

No soy lo que soy,

soy lo que no soy.

O viceversa.

Quizás solo exista en estas líneas.

Abstractas.

Adentro, solo, no estoy.

Yo ya no estoy.

La cinta se rompió.









IV









No.







V



Mi existencia neurótica

ya no es creíble,

se destruye.

Casi (no) queda nada



VI



Soy y no soy.

Palabra y letra.

Palabra escrita.



VII



Obscuro.



VIII



Afuera.











IX



Al salir del cuarto cierro la puerta.



(Buenos Aires, algún momento entre los años 1996 y 1999)

1 comentario:

  1. Me dio escalofríos ir creando la imagen del "pobre" que poco a poco va quedando despojado de su propio ser, físico, pero ser al fin, que es lo único que le pertenece genuinamente en este mundo lleno de escaseces. Crea un inconfundible paralelo al video de Robbie Williams. Grande Damián, no conocía tu faceta artística! Diego (el Musho)

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